Solía escalar en solo integral, pero ya no lo hago. Vivía en Wyoming a principios de la década de 1980. Era una época en la que los escaladores practicaban todas las disciplinas. Escalábamos rutas de un largo, escaladas de varios largos, en hielo, alpinas, en rocas … Lo hicimos todo, incluso en solitario. John Bachar estableció el estándar al realizar los límites en solitario en Yosemite y Joshua Tree. Lo admiramos y compartimos cierta comprensión de que todos los escaladores, hasta cierto punto, lo hiciéramos.
Escalamos en solo integral en el Fremont Canyon, sobre las aguas del río North Platte, lo que nos daba sensación de seguridad. El agua del pantano Pathfinder fluía a través del cañón. Si caímos, nos sumergiríamos en el río. Pero nunca nos caímos y nunca probamos si el agua era lo suficientemente profunda. Incluso escalamos en solo integral cuando había poca agua, cuando la presa estaba cerrada y el cauce era escaso. Simplemente ver el agua debajo de nosotros nos daba sensación de seguridad.
Un día fui solo a Dome Rock, a unas 20 millas de Fremont. El Dome Rock está en medio de la nada. Era miércoles y nadie más escalaba allí. Estaba solo y decidí escalar en solo integral una ruta con una fisura de 5.9 que nunca había escalado antes. Comencé a escalar y alcancé un saliente a unos 40 pies de altura. Parecía difícil, más difícil de 5.9, pero descubrí la forma de escalarlo. Continué y alcancé otro saliente a unos 80 pies de altura. Parecía aún más difícil, pero lo resolví y continué. Entonces, por primera vez, realmente miré en detalle el resto de la ruta, se veía aún más difícil en la parte de arriba. Me di cuenta de que no estaba en una ruta 5.9. Probablemente estaba en una ruta equivocada. Miré hacia abajo, vi las rocas y el duro suelo del desierto. Bajo Dome Rock no hay agua, por lo que se eliminó la falsa seguridad que tenía en Fremont. La plena realidad de mi situación me hizo razonar. Los salientes que había escalado eran difíciles y aún serían más difíciles descenderlos. Tenía que decidir: Continuar escalando hacia lo desconocido o descender por las protuberancias difíciles con el riesgo de caerme.
En la película Free Solo, Alex Honnold dijo que “la mentalidad del escalador solitario está muy cerca de la cultura de guerra, donde uno se focaliza al 100% porque su vida depende de ello”. Creo que es cierto equiparar la mentalidad del escalador en solo integral a la de los guerreros. Sin embargo, necesitamos profundizar un poco más para comprender las motivaciones.
Consideremos dos guerreros samurái en un duelo mortal. El objetivo esta claro: sobrevivir matando al oponente. La consecuencia también esta clara, si pierdes mueres. ¿Cómo se deberían motivar los guerreros? El objetivo siempre se alcanza en el futuro. Si los guerreros están motivados por el objetivo, sobrevivir matando al oponente, su atención se centrará en su deseo de ganar en lugar de prestar atención en lo que están haciendo en el preciso momento. Estar motivado por el deseo de pelear cambia su atención al presente, enfocándose en las acciones que realmente están haciendo. Además, deben aceptar la consecuencia, la muerte.
La muerte puede aconsejarnos y enseñarnos a vivir la vida de manera significativa. La muerte pone nuestra vida en primer plano, la escalada en solo integral es una actividad que lo experimenta mejor que la mayoría de las demás modalidades. Puede ofrecernos la oportunidad de hacernos preguntas difíciles sobre por qué estamos aquí y cómo llenar el contenido de nuestra vida.
- “¿Una vida larga es mejor que una vida corta? Si es así, ¿por qué? ¿Si no, porque no?”
- “Que es lo más importante para mí, ¿Cómo quiero vivir la vida?”
- “Que es lo más importante para mi familia y amigos; ¿Qué pasa con sus vidas si me muero?”
No creo que haya una respuesta simple a ninguna de estas preguntas. Más bien, es una elección personal que tiene sus consecuencias. Cada uno de nosotros debemos aceptar nuestra elección y aceptar la responsabilidad de las consecuencias y los efectos en aquellos que implicamos.
Los escaladores en solo integral requieren una mentalidad de guerrero. Objetivo claro: Escalar sin cuerda y no caer para tener éxito. También esta clara la consecuencia: Si caemos moriremos. Esta claridad tanto del objetivo como de la consecuencia elimina cualquier área gris. Por lo tanto, puede aumentar nuestro enfoque en escalar bien, hacer el trabajo necesario para prepararnos. La motivación debe llevarnos directamente a entrenarnos para escalar bien.
Entrevisté a Alex después de su escalada en solo integral en El Capitán. Me dijo que la duda es el enemigo. Podemos disminuir la duda si nos preparamos bien. Alex solía pensar que necesitaba una “armadura mental” para mantener a raya el miedo. Aplicó esta técnica en la escalada en solo integral en Half Dome. Esa táctica le falló cuando llegó a Thank God Ledge a tres cuartos de la ruta en la pared. La armadura mental no pudo evitar la duda. Me dijo que ya no cree que esa sea la mejor estrategia. Más bien, la mejor estrategia es prepararse bien para expandir la zona de confort, tanto que incluya el riesgo que estamos considerando. Prepararse bien es exactamente lo que hizo Alex. Pasó años preparándose para la escalada en solo integral en El Capitán. El entrenamiento de los guerreros aborda aspectos físicos, mentales y espirituales para luchar bien. Nuestros cuerpos necesitan estar en buena forma física para soportar las demandas de la batalla. El entrenamiento físico también incluye aprender a luchar, que aborda cómo los guerreros manejan armas para neutralizar las amenazas. Los escaladores en solo integral necesitan entrenar para tener el cuerpo fuerte y escalar con habilidad, manejar sus armas y desenvolverse en la roca.
Los guerreros se entrenan mentalmente para concentrar su atención en la tarea de pelear. Aprender esta habilidad requiere comprender la motivación. Si están motivados para reforzar sus egos, se verán impulsados a lograr el objetivo a cualquier costo y aumentan las posibilidades de morir. Si están motivados por el aprendizaje, examinarán el riesgo, las consecuencias y su nivel de habilidad para lidiar con ellos. Los escaladores en solo integral deben estar motivados en el aprendizaje así enfocar su atención para concentrarse al 100 por ciento en la tarea.
Los guerreros también se entrenan espiritualmente. Llegan a la convicción de morir por la nación a la que se han comprometido a defender. Aprenden a valorar el todo (la nación) sobre una parte (ellos mismos). Este valor del “todo”, sobre la “parte”, centra su atención a conectarse y dar sentido al rol que desempeñan en este mundo. Servirán y arriesgarán hasta el último sacrificio, su la muerte. Pueden ser religiosos y creer en Dios, o pueden ser ateos, pero su enfoque en el servicio centra su atención hacia algo más grande, que es la espiritualidad en general. Los escaladores en solo integral necesitan amar sus escaladas. Ese amor les permite expresarse de una manera auténtica a medida que se conectan y dan sentido del lugar que ocupan en el mundo.
Todo este entrenamiento crea una forma de vida intencional. Estamos motivados para estar sumergidos en la experiencia en sí, donde aplicamos nuestra capacitación. Esta es la praxis del guerrero, la forma en que elije vivir su vida.
Creo que muchos escaladores no se acercan a la escalada o a la vida de esta manera. En lugar de ser intencionales, usan la seriedad de la situación para obligarse a concentrarse. Pueden temer caer y usar ese miedo para obligarse a escalar. Se apresuran a la siguiente posición segura, tienen miedo todo el tiempo. Este proceso les coloca en situaciones inapropiadas en las que podrían lesionarse si se caen y simplemente escalan para superarlo. Su atención salta de una posición segura a la siguiente, devaluando la experiencia intermedia, donde ocurre la vida significativa. Paradójicamente, los escaladores en solo integral, que se han preparado bien, podrían estar más seguros que los escaladores que usan el miedo para conducirlos.
Alex también dijo: “Este es tu camino y lo perseguirás con excelencia”. Para mí, esto indica que Alex está motivado con una motivación basada en el amor. Las escaladas en solitario resuenan con él, así como la escalada de grandes paredes resuena para Tommy Caldwell, o el boulder resuena para Nina Williams. El escalador solo integral está en el ADN de Alex y él lo ve como su camino. Su motivación le permite perseguir la excelencia porque lo impulsa el amor por la actividad misma. Le gusta estar en lo alto, confiando solo en su minuciosa preparación.
Volviendo en el Dome Rock, tuve que tomar una decisión para salir de la situación en la que me había metido. Si bien mi debilidad es la falta de preparación minuciosa, mi fuerza es tomar medidas. Tomé la decisión de bajar. Luego, me concentré completamente en ello y lo logré con éxito.
Mi falta de preparación me llevó a correr un riesgo inapropiado y tuve la suerte de escapar. Esa experiencia sacudió mi confianza. No he hecho muchas escaladas en solo integral después de eso. Tal vez eso fue lo que me llevó a darme cuenta que mi motivación para hacerlo no estaba bien fundamentada. Me di cuenta de que mi alegría en la escalada proviene de estar atado a una cuerda y en terrenos diversos. Eso es lo que me gusta, así que eso es lo que hago. Elijo no escalar en solo integral porque
realmente no veo el beneficio que me aporta. Tengo una familia, un negocio importante, y siento que esos son mucho más importantes que cualquier cosa que pueda obtener de un solo integral.
La muerte es el gran ecualizador. No importa si somos ricos o pobres, preparados para un riesgo o no, una persona agradable o egoísta. Un objetivo claro, la certeza de las consecuencias y la preparación podrían no evitar la muerte. Podríamos hacer todo bien y aún morir en un solo integral. Sin embargo, ¿no es esa la situación en la que nos encontramos todos? Algunas personas están muriendo en este momento por enfermedades repentinas, accidentes automovilísticos o violencia, pensando que lo hicieron todo bien y sin embargo se están muriendo. Si llega nuestro momento, la muerte nos reclamará. Sin embargo, no debemos tomar eso como una excusa para ser casuales en nuestra toma de riesgos. Más bien, usamos la cruda realidad de nuestra muerte para revelar lo que es más importante en nuestra vida, lo que realmente es enriquecedor para nosotros y para aquellos con quienes estamos conectados.
Consejo de práctico: La decisión de escalar solo integral.
Muchos escaladores en algún momento de sus carreras de escalada se preguntan si deberían o no escalar en solo integral. ¿Te lo has cuestionado a ti mismo? Esta decisión es personal e incluye graves consecuencias. Acepta la responsabilidad de tu decisión.
Si decides hacerlo, entrénate como un guerrero:
- Entrena físicamente para que tengas un cuerpo fuerte para escalar. Un beneficio de ser físicamente fuerte es la creencia que conlleva. Sabes que eres fuerte. Entrena todas las habilidades de escalada necesarias para escalar en tales situaciones para que puedas manejar las armas necesarias para desenvolverte en la roca.
- Entrena mentalmente, familiarizándote íntimamente con tu motivación para que sepas qué te está impulsando. Asegúrate de estar motivado por el amor al solo integral y la voluntad de hacer el trabajo para prepararte. Específicamente, aprende cómo enfocar tu atención para que puedas concentrarte al 100 por ciento en la tarea.
- Entrénate espiritualmente para servir a algo más grande. Los solos integrales deben ser una expresión de lo que significa para ti vivir plenamente. Tiene que darte la sensación de conectarte con algo más grande, sirviendo al mundo a tu manera auténtica. Se consciente que la muerte es una consecuencia real. Tu muerte no solo te afectará a ti. Considera tu decisión frente a sus responsabilidades con los demás.
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Muy buena lección, la motivación es el secreto para afrontar las aventuras.