Uno de nuestros mayores retos en el entrenamiento mental sucede cuando estamos progresando rápidamente. Nuestra estrategia para mejorar está funcionando. Tenemos un montón de evidencias externas del progreso, por lo que no estamos interesados en mejorar en el terreno mental o cambiar de estrategia. Esto funciona para nosotros hasta que no avanzamos más, cuando el rendimiento se estanca. Avanzamos hasta que nos detenemos completamente.
Las estrategias tienen límites en el tiempo. En algún momento pierden su eficacia. Con el fin de romper con el estancamiento del rendimiento, uno tiene que ralentizar y profundizar. Una vez que estemos en esta situación, podemos aprender nuevas habilidades para acelerar nuestro progreso. Disminuimos la velocidad para luego acelerar.
Por ejemplo, cuando practicamos la habilidad de caer, podemos comenzar con una estrategia que se base en la evidencia externa de nuestro progreso. Cuanto más alta es la caída que hacemos, más progresos hacemos. Sin embargo, en algún momento, la distancia de la próxima caída será fuera de nuestra zona de confort. Podemos aprovechar para superarlo, o podemos seguir temerosos y no aprendemos la habilidad, paramos nuestro progreso. Cuando basamos nuestro progreso en la evidencia externa construimos una base inestable que no apoya nuestro crecimiento futuro. Si queremos hacer un progreso real, necesitamos una base sólida que venga desde dentro.

En lugar de acelerar el proceso sólo para mejorar a través de él, buscamos formas de ralentizarlo. Disminuimos la atención hacia abajo, hacia fuera de la mente, en el cuerpo. Nos interesamos en nuestra evidencia interna del progreso al profundizar en nosotros mismos para encontrar el limite de nuestra zona de confort. Nos preguntamos: “¿En qué longitud y tipo de caída me siento cómodo?” Luego, emprendemos pequeños pasos en el estrés, haciendo caídas ligeramente más largas. No practicamos para conseguir una caída más larga; Estamos motivados en procesar el estrés, de caídas un poco más largas, en comodidad. Para hacer esto correctamente, uno debe desarrollar la conciencia sutil.
Prestamos atención a las sutilezas de cómo estamos respirando, donde estamos mirando, y nuestra postura, durante la caída.
- ¿Estamos reteniendo la respiración o exhalando durante la caída? Si estamos exhalando, ¿extendemos la exhalación durante toda la caída?
- ¿Estamos mirando la roca o mirando hacia abajo en la zona de la caída? Si estamos mirando hacia abajo, en este caso, estamos solamente viendo lo que hay en esta zona o nuestra atención se centra en la mente, pensando en lo que estamos haciendo?
- ¿Estamos tensando el cuerpo y sujetando la cuerda, o tenemos una postura relajada? Si estamos cayendo con una postura relajada, en este caso nos movemos con el centro de gravedad bajo control o no?
Esta investigación nos permite profundizar en las sutilezas de cómo estamos cayendo.
Concentramos nuestra atención en el cuerpo, percibiendo cómo estamos respirando, dónde estamos mirando y nuestro posicionamiento corporal mientras practicamos. Prestamos atención en la sensación de estar más cómodos. Si nos sentimos cómodos, tenemos pruebas de que estamos cayendo correctamente. Luego, podemos hacer una caída más larga. Ese proceso enfoca nuestra atención en el cuerpo, no en la mente.
El entrenamiento mental nos obliga a ser más conscientes de nuestra motivación. ¿Estamos motivados por el logro, hacer una gran caída, o estamos motivados para aprender a caer? El primero nos mantiene estancos en el rendimiento porque no aprendemos a caer o disminuir el miedo a caer. El segundo planteamiento nos permite aprender una habilidad y disminuir el miedo, estos son requisitos para la mejora. Entender las limitaciones de la motivación del logro nos permite cambiar la forma en que estamos motivados. Entendemos que un proceso de aprendizaje lento e incremental es lo que en última instancia acelera nuestro progreso. Disminuimos la velocidad para acelerar.
Consejo de Práctica: Motivado para procesar de estrés
Todos los escaladores tienen cierto grado de miedo a caer. ¿Cuánto miedo tienes? ¿En qué longitud o tipo de caída te siente cómodo? Encuentra el limite de su zona de confort y luego disminuye la velocidad para acelerar.
Reduce la velocidad al ir más profundo. Desplaza tu atención fuera de la mente, en el cuerpo. Durante la práctica de caída, presta atención a cómo estas respirando, donde estas mirando y tu postura de caída. Asegúrate que estas exhalando aire durante todo la caída, mirando hacia abajo y posicionando tu cuerpo con los brazos y las piernas separadas con los hombros doblados. Tendrás pruebas de que estás cayendo correctamente si te sientes más cómodo. A continuación, puede agregar más estrés haciendo una caída más larga.