La aptitud mental requiere el uso de la mente para que nuestra atención fluya libremente en los momentos presentes, tal como lo requiera la situación. Si la mente permanece sobre sus expectativas y deseos, entonces interfiere con nuestra capacidad de percibir la situación real y combatirla con eficacia. Por lo tanto, no dejemos que la mente permanezca en ellos. Un estado mental de no permanecer en formas limitantes se conoce como tener la mente libre. Es sin el estorbo del “apego” mental a las expectativas o resultados deseados que interfieren con la eficacia de prestar nuestra atención.
Experimenté una mente “apegada” el mes pasado al escalar el Wish I Was Trad (5.11) en Castle Rock, Tennessee. Es una ruta deportiva de un solo largo. Había escalado la parte inferior difícil y estaba colocado en una posición de reposo dos metros por debajo del último seguro. Mis brazos estaban bloqueados y tuve dificultades para recuperar mi fuerza. Mi mente pensaba en lo difícil de la escalada, estaba en un estado tan cansado físicamente y que no iba a encontrar una postura fácil de reposo hasta el próxima seguro. Escalé tres movimientos hacia el seguro utilizando una pequeña presas, me agarrote de nuevo, y baje. Mi mente no estaba libre, en ella moraba la expectativa de la dificultad.
Podemos entender cómo desarrollar la mente libre si vemos por ejemplo, de la relación entre los mapas y los terrenos. Los mapas constituyen conceptos mentales de la situación de los terrenos, estos constituyen la realidad, la situación real. Los mapas son concepciones mentales de los terrenos reales.
Si nos proponemos el desafío de una orientación de una ruta en el terreno, primero, comenzamos con nuestro mapa mental y lo proyectamos sobre el terreno real. Buscamos elementos del terreno para validar en nuestro mapa mental. Ten en cuenta cómo limita esto en el contexto de una escalada en roca. Estamos cansados, pensando que la escalada será difícil o imposible para nosotros, y después pasamos del estado mental al proyecto sobre la roca, comprobamos que podría ser bastante factible. La mente se apega en las expectativas mentales de dificultad, en la disminución de nuestra capacidad para centrar nuestra atención de manera positiva.
Revertimos este proceso para mejorarlo. Nos acercamos a los desafíos de orientación como el del mapa al terreno. Nos fijamos en el terreno en primer lugar, creamos nuestros mapas mentales en base a lo que percibimos, y modificamos nuestros mapas mientras nos ocupamos del terreno. En una escalada en roca, en primer lugar, identificamos las características, las características crean un camino de mínima resistencia entre nosotros y la próxima posición de reposo. A continuación, creamos mapas mentales en base a lo que percibimos, mezclamos nuestras experiencias pasadas con lo que percibimos en el terreno. Finalmente, escalamos y modificamos nuestros mapas en base a lo que descubrimos mientras nos ocupamos en el terreno. La mente no se apega a ninguna expectativa mental de dificultad. Nuestra atención fluye libremente entre las tareas necesarias que se producen en el momento.
Una situación de escalada a la vista es un ejemplo útil de cómo funciona este proceso. El Camino del Guerrero secciona el proceso de escalada en dos partes: Se detiene a pensar con la mente, y el movimiento al pasar a la acción con el cuerpo. Así, en primer lugar, utilizamos el proceso específico para el pensamiento, mirando en el terreno, para reunir información objetiva. A continuación, creamos nuestros mapas mentales sobre la base de información objetiva. Por último, utilizamos el proceso específico de la acción y para que podamos permanecer receptivos a modificar nuestros mapas según el terreno que descubrimos.
Al reflexionar sobre la escalada en el Wish I Was Trad, me di cuenta que había permitido que mi mente predeterminase lo difícil que sería la escalada. Había adoptado una orientación de seguir la ruta en el terreno, a partir de los mapas mentales, de lo difícil de la escalada al percibir mi estado cansado. Y decidí revertir el concepto.
En primer lugar, miré en el terreno, la ruta. Concentré mi atención en el pensamiento, para identificar la ruta-de-menos resistencia al próxima seguro. Vi la pequeña presa que había utilizado anteriormente, además de algunos nuevos puntos de apoyo a la izquierda. Estos puntos de apoyo crearon un camino diferente para la escalada. También reconocí que esto era una situación de escalada a la vista, por lo que tendría que modificar mi mapa mental cuando me metiera en el terreno.
A continuación, establecí una intención para enfocar mi atención mientras escalaba. Si mantenía mi atención en la mente, me apegaba en lo que percibía como difícil. Más bien, centré mi atención en el cuerpo, en la respiración, en permanecer relajado, y modificar mi plan basado en lo que descubría. Utilicé el pequeño agarre inicial, entré usando los puntos de apoyo recién descubiertos y escale hasta el seguro. Descubrí una grieta vertical oculta al lado del seguro. Era un mono-dedo sólido, por lo que es fácil chapar. Al mantener mi atención en el cuerpo, era capaz de dejar que mi atención fluyera libremente, a través del terreno de la escalada, utilizando nuevos asideros que descubrí.
Hacemos algo específico para mantener un proceso del terreno al mapa. Primero, cuando pensamos, centramos nuestra atención en la recopilación de información objetiva mirando en el terreno. A continuación, permitimos que nuestra atención se desplace, para combinar nuestras experiencias pasadas con lo que percibimos en el terreno. Por último, dirigimos nuestra atención hacia el cuerpo cuando este escala. Hacer esto libera la mente del apego a sus expectativas y deseos, así permite que nuestra atención fluya libremente de una tarea a otra en función de la situación.
Consejo práctico: No hay otra.
Tu mente percibe erróneamente la dificultad e interfiere con tu esfuerzo durante la escalada. En primer lugar, centra tu atención en el pensamiento y crea un mapa mental de dificultad que no representa con precisión el terreno de la escalada.
En contra puedes revertir el proceso, cuando estás en un descanso:
- Busca en el terreno e identifica el siguiente seguro y las características del camino que te llevan a él.
- A continuación, desarrollar un mapa, un plan para la escalada, basado en tu experiencia pasada y lo que percibes mirando en el terreno.
- Por último, pasa a la acción, escala en el terreno, modificando tu mapa tanto como sea necesario según lo que descubras en el terreno de la escalada.