La escalada consiste en detenerse en posiciones de reposo y en movimiento entre estas. Tenemos que pensar con la mente en los puntos de parada; tenemos que confiar en que el cuerpo se mueva al escalar entre estos puntos. Uno de los momentos más difíciles de mantener la concentración mental durante la escalada es cuando tenemos que confiar en el cuerpo. ¿Cómo podemos confiar en el cuerpo y disminuir la interferencia mental? Seamos intencionales con la forma de elegir al prestar nuestra atención.
Comencemos por comprender la importancia de cambiar la atención hacia la mente y el cuerpo. Utilizamos la atención de manera diferente cuando pensamos con la mente, a diferencia de cuando tomamos medidas hacia el cuerpo. Por lo tanto, al prestar atención a pensar o hacer, hacia la mente o el cuerpo, es importante no dividir la atención entre ambos a la vez.
Por ejemplo, enseñamos un bloque de ejercicios de movimiento para desarrollar la confianza en el cuerpo y la conciencia de la interferencia de la mente. La intención de estos ejercicios es aprovechar el conocimiento innato del cuerpo al moverse. Si la mente está pensando cuando nos movemos, interferirá con los movimientos naturales del cuerpo. La atención se dividirá entre la mente y el cuerpo, disminuyendo el compromiso del cuerpo a la acción.
El primer ejercicio de movimiento se llama “Siguiendo los ojos.” Nuestros ojos se desplazan hacia arriba y abajo de forma automática a medida que escalamos, para agarrar y pisar. Instruimos a los estudiantes para agarrar de primeras el primer agarre que ven sus ojos, en lugar de “ir a buscar” otros agarres. El primer agarre que ven sus ojos indica el agarre que el cuerpo quiere utilizar. El segundo, tercero … que los ojos vean, indica el deseo de la mente de una sujeción más grande.
Tenemos participantes que hacen el ejercicio en “top-rope” para eliminar la consecuencia de una caída. Esto disminuye el miedo a caer y les ayuda a comprometerse a hacer el ejercicio según lo previsto. Sin embargo, las mentes de los participantes todavía interfiere con la intención del ejercicio. A pesar que les encomendamos agarrar o pisar en el primer agarre, todavía tienden a “buscar” otros más grandes si el primero es pequeño. Esta tendencia “de buscar” ocurre principalmente para asideros y no en puntos de apoyo. Inicialmente, creen que la intención del ejercicio es utilizar el primer agarre que ven sus ojos, sólo si se les ayuda a escalar y no caer. Para ellos, no tiene sentido esperar cuando está más cerca uno más grande.
Como instructores, aclaramos la intención a los participantes. La intención no es escalar y no caer; es el desarrollo de la conciencia de cómo la mente interfiere con el cuerpo. Los participantes aprenden la forma de esclarecer la intención de varias maneras.
- Esclarecer la motivación
- Se desvía la atención
- Conocimiento experimental
En primer lugar, esperamos que los participates comienzan con una tendencia a desear una mejora inmediata. Cambiamos su motivación hacia la valoración del aprendizaje a medida que avanzamos a través de los cuatro ejercicios de movimiento. Este cambio no se puede hacer intelectualmente solo; sino que tiene que incluir la experiencia de hacer los ejercicios.
Por ejemplo, podemos empezar a hacer este cambio en la puesta en común para el primer ejercicio de movimiento: “. Siga los Ojos” La puesta en común incluye la comprensión intelectual que los participantes tenían antes del ejercicio, la experiencia de hacer el ejercicio, y la síntesis de los dos como observaciones y preguntas. Los participantes se dan cuenta de cómo el cuerpo les indicó donde agarrar y las acciones que realmente ejecutaron. ¿Se agarran al primer agarre que vieron sus ojos o permitieron a la mente buscar un agarre más grande? ¿Por qué no usaron el primer agarre? Al fin y al cabo, estaban en “top-rope” sin consecuencias de una posible caída? El cuerpo vio el primer agarre por una razón muy específica. Esa razón es la necesidad innata del cuerpo de mantener el equilibrio. Tomar conciencia de cómo el cuerpo nos dirige nos ayuda a confiar en él.
En segundo lugar, la mente distrae la atención del momento presente. Por ejemplo, cuando los participantes ven que el primer agarre es pequeño, la mente juzga. La retención se encuentra todavía en el futuro antes que la mano agarre. La conexión entre la mano y el agarre se produce en el momento presente, cuando la mano agarra el agarre y lo utiliza.
Cuando ejecutan la acción de agarrar el agarre por lo general sienten que no se caen. El cuerpo se ajusta automáticamente al equilibrio para el agarre que utilizan. El uso del más pequeño tiene amplía también el conocimiento experimental de la mente de lo que depara otras posibilidades. Los participantes pierden oportunidades de aprendizaje al permitir que la mente distraiga su atención.
En tercer lugar, sabemos algo cuando lo experimentamos, no antes. Los participantes aprenden la importancia del conocimiento experimental, en lugar de simplemente la intelectualización de lo posible. Tenemos conocimiento intelectual antes de realizar la conexión con un agarre. Agarrando el agarre es la experiencia. La retención será eficaz si nos permite escalar, o no lo será, si nos caemos. Conocemos la eficacia de los agarres en base dela experiencia, no del pensamiento intelectual de la mente de antemano.
Esclarecer la motivación, la toma de conciencia de la atención, y el valor del conocimiento experimental nos da una base sólida para trabajar con la mente. Estos son descubrimientos y conocimientos sobre el entrenamiento mental importantes. Estas realizaciones ayudan a los participantes a desarrollar una relación adecuada con la mente, sabiendo que nos da información incompleta antes de experimentar un evento. Este conocimiento ayuda a desprendernos de las formas limitantes de la mente, en lugar de creer todo lo que la mente nos dice.
La intención es de gran alcance. Se define como “centrar la atención en la dirección de una elección.” Elegimos centrar nuestra atención con la confianza en el cuerpo cuando nos movemos. Al tomar conciencia de la interferencia de la mente, mejoramos la capacidad de confiar en el cuerpo. No dejamos que la mente interfiera con la forma que elegimos para centrar nuestra atención. Aprendemos a centrar la atención por completo hacia cuerpo cuando nos movemos.
Practicar Consejo: Siga los Ojos
Este ejercicio se describe en el libro Lecciones Expresso del Guerrero de la Roca. Escoge una ruta moderada en “top-rope”. Establece la intención: A medida que escalas, agarra / pisa en el primer agarre que tus ojos ven. No el segundo.
Evaluar tu esfuerzo después escalar. ¿Utilizaste el primer agarre o lo hiciste en uno más grande? ¿Te has caído o no? ¿Tuviste interferencias mentales, llegaste a ser consciente de estas? Estos conocimientos te ayudan a desarrollar la conciencia de la interferencia mental y generar confianza en el cuerpo.