Hay muchos tipos de temores, pero la mayoría de los tipos tienen sus raíces en el miedo de la muerte. La muerte representa una incógnita final, un esfuerzo último o malestar, por lo que se la teme. Una forma más típica de “miedo a la muerte” que experimentamos en nuestra escalada es el temor a la incomodidad.
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Podemos experimentar el miedo al fracaso o el éxito, o “no” delante de los demás. Estos temores se originan en nuestro ego. Nuestro ego se siente disminuido cuando fallamos y no se realizan a las expectativas a la vista de los otros. Tenemos miedo de tener éxito porque sentimos que los demás esperan de nosotros que sigamos la linea de éxito en ese nuevo nivel. Estas situaciones son incómodas para nuestros egos. Los temores basados en el ego amenazan nuestra psicología.
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Puede que tengamos miedo a las alturas, a la caída, o a superar un esfuerzo. Estos temores se originan en la situación. Los temores situacionales aumentan las preocupaciones sobre nuestra seguridad física. Tenemos miedo a las alturas, porque nos sentimos expuestos. Tenemos miedo de caer debido a que podríamos lesionarnos. Luego está el miedo de superar un esfuerzo. Una ruta desafiante nos llevará fuera de nuestras zonas de confort. Puesto que deseamos el confort que se opone al temor de tal esfuerzo. Los temores situacionales amenazan nuestra fisiología.
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El origen de todos estos miedos es el miedo de la muerte y del malestar. Se producen debido a que nuestra atención se ha distraído del momento presente. Por el miedo ilusorio nuestras mentes están pensando en qué va a pasar en el futuro en lugar de lo que está sucediendo en el presente. Con la atención en el momento, nos centramos en la tarea actual así, todos los temores disminuirán o se eliminan.
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